Pienso en ti, Mariposa Publicado el Lunes 22-08-2022 - (0 comentarios)
No sé qué piensas de la muerte.
No sé tus creencias.
No sé lo que significa para ti.
Es un tema poco tratado, del que poco se habla.
Y, cada uno de nosotros, tiene una opinión al respecto. Una manera de vivirla, una manera de interpretarla.
Yo no he pasado demasiado tiempo pensando en ella. No he dedicado mucho esfuerzo a eso.
Sin embargo, tengo una cosa muy clara: existen dos muertes, una física, y otra espiritual. La primera sucede cuando tu corazón deja de latir, cuando tu cerebro se apaga, cuando tus pulmones dejan de respirar.
La segunda sucede cuando ya no hay nadie vivo que te recuerde.
Este concepto tiene sus raíces en culturas de la América prehispánica, y se conserva todavía en países como México. Mueres cuando ya no hay nadie vivo que te recuerda, cuando ninguna persona piensa en ti. De hecho, esa es la verdadera muerte, la definitiva.
Y hoy quiero hablarte de esto.
Porque hoy quiero explicarte por qué Mari Paz, mi mariposa viajera, sigue viva.
A Mari Paz la conocí en el 2008. En ese momento yo acababa de regresar de mi segunda vuelta al mundo. La idea era estar en Barcelona el tiempo justo para recuperarme económicamente y volver a salir de viaje. Decidí impartir cursos sobre cómo montar una página web. Mari Paz era de Sevilla, y se trasladó durante un mes a Barcelona para poder asistir a mi curso. Antes, me llamó por teléfono para asegurarse de que ese curso era para ella, y en esa llamada telefónica ya intuí que era una persona especial. Tanto, que accedí cuando me dijo que le gustaría tomar un café conmigo antes de empezar el curso, el día que llegara a Barcelona.
Recuerdo perfectamente ese día. Llevaba un jersey rojo que hacía juego con sus labios pintados del mismo color. La llevé a una de mis cafeterías preferidas de Barcelona. Y la dejé hablar. O, mejor dicho, no pude interrumpirla porque su acento sevillano, combinado con su desparpajo, hacían muy difícil no querer seguir escuchando.
Ella me contó su historia, a pesar de que yo ya la sabía, puesto que había hallado información sobre ella en internet. De joven le habían diagnosticado fibrosis quística, una enfermedad que le fue consumiendo por dentro hasta que tres años atrás le tuvieron que trasplantar los pulmones.
Dependía de no sé cuántas pastillas cada día, tenía que seguir revisiones rutinarias y tenía una salud delicada, pero incluso así, quería dar la vuelta al mundo.
Siempre tuve claro que la principal razón por la que Mari Paz se apuntó a mi curso no era dotarse de conocimientos a nivel informático para desarrollar su página web, sino rodearse de gente que hubiera dado la vuelta al mundo para tener el máximo de información posible. Desarrolló una página web bastante digna, y no tuvo necesidad de mejorarla demasiado porque el contenido era tan bueno que no hacían falta florituras. Textos potentes, con mucha energía. Y, sobre todo, su manera de entender la vida y una brillante capacidad para transmitirlo.
Al cabo de poco, emprendió su vuelta al mundo. Yo, obviamente, fui su fan más devoto. Me encantaba como escribía, todo lo que contaba.
Ella estaba en otra onda, como viviendo en otra galaxia, más allá de donde pudiéramos llegar los demás. Por eso me pidió que fuera yo quien se ocupara del tema de la renovación del dominio de su página web. Accedí de buena gana, entendiendo que era mejor que ella no perdiera su tiempo en estos temas tan terrenales pudiendo dedicarlo a escribir textos que los demás disfrutáramos.
En los siguientes años, nos vimos algunas veces. No demasiadas, puesto que ella, al igual que yo, siempre estaba viajando y era muy difícil coincidir.
Pero manteníamos contacto por email, especialmente en agosto, cuando vencía el dominio de su página web y me mandaba el dinero para que yo lo renovara.
En 2012, justo hace 10 años, Mari Paz murió, a la edad de 35 años.
Desde un punto de vista lógico, físico y médico, su muerte era previsible. Tenía una enfermedad muy grave, le habían trasladado los pulmones y, como ella decía, estaba viviendo de regalo, había vuelto a nacer después del trasplante, estaba viviendo un bonus. Pero desde un punto de vista espiritual, su muerte fue inconcebible. Y así lo sigo pensado, diez años después.
Y por décimo año, justo en agosto, justo ahora, me llega el aviso de renovación de su dominio. Y lo pago, y hago los trámites para que su web siga online. Porque es mi manera de mantenerla en vida, porque pienso que mientras sus textos estén en un lugar donde la gente los pueda leer, ella no morirá.
Es obvio que ella no ha sufrido esa segunda muerte, la que sucede cuando nadie vivo se acuerda de ti. Seguro que sus familiares y amigos le procurarán una larga vida manteniéndola en sus memorias. Pero, de alguna manera, creo que yo he sido nombrado como el encargado de mantenerla en vida en el mundo online. Por eso, mientras yo esté, la web unavueltaalmundo.es estará disponible, para que todo aquel que recaiga en este blog pueda disfrutar de todas sus letras.
Yo mantendré en vida a Mari Paz.
Porque mientras haya alguien que lea su blog, ella seguirá viva.
Mientras haya alguien que se emocione con sus palabras, ella seguirá viva.
Mientras haya alguien que encuentre inspiración en sus textos, ella seguirá viva.
Han pasado diez años y la vida a nivel tecnológico ha cambiado mucho. De hecho, creo que su web no se ve demasiado bien si se mira desde un móvil. Además, hay enlaces rotos, cosas que ya no funcionan.
A veces, he tenido la tentación de arreglarlo, de toquetear, de mejorar la web. Pero siempre he desistido, porque me ha parecido que lo más adecuado era dejar la web en el estado que ella lo hizo. Creo que tengo el mismo síndrome que los padres que no quieren tocar nada de la habitación del hijo fallecido, que la quieren dejar igual que la última vez que salió por la puerta.
Hoy, en este agosto caluroso, renuevo por un año más este espacio web creado por una persona inolvidable.
Y así lo haré todos los años. Hasta que me muera.
Vuela alto, mariposa, vuela alto.
Recuerda que cuando compras un libro, tienes dos opciones. Comprar los libros que las editoriales quieren que leas, o comprar libros de autores libres y independientes.
Como autor autónomo que no atiende a demandas del mercado, y como escritor que escribe por vocación sin mirar qué textos son los más comerciales, te invito a conocer mis libros. Aquí encontrarás todas mis obras